Gracias a su capacidad para correr representó a Venezuela en muchos compromisos deportivos internacionales.
Nadie conocía su historia, ni en el Ejército ni en el atletismo, si acaso, lo conocían en las calientes y calurosas calles de Bobures, estado Zulia, donde nació el 8 de agosto de 1935, hijo de Arquímedes Soto y Ana Herrera, aunque no fue reconocido por su padre.

Pero nada de eso fue un obstáculo para que la revista alemana Leichtathletik especialista en atletismo, en la edición del 22 de octubre de 1963, lo presentara como el atleta número uno del mundo por sus registros de 10 y 10.2 flat en los 100 metros planos. Sus escoltas fueron el polaco Zielinski y estadounidense Bob Hayes. En la entrega del Atleta del Año, logró vencer al zuliano Vitico Davalillo, quien debió conformarse con la mención honorífica.

En 2009 fue exaltado al Salón de la Fama del Deporte Venezolano. La trayectoria deportiva de este atleta le permitió dejar atrás las calles de su ciudad natal, para conquistar medallas y otros trofeos dentro y fuera de las fronteras venezolanas. Cuando se retiró en la década de los ochenta, no lo pensó dos veces para dedicarse enseñar a los más jóvenes.

Así fue la vida del atleta Arquímedes Herrera, quien falleció el jueves 30 de mayo a la edad de 77 años. Sus restos fueron enterrados ayer en su tierra natal. Con él se va una parte de la historia del atletismo venezolano.

Así como el petróleo surge de la extrañas del suelo zuliano, así apareció en el atletismo Herrera. En algunas regiones zulianas, le dan el nombre de “mene o menito” al petróleo que brota de la tierra de manera natural, lo mismo se podría decir de este atleta, que descubrió sus cualidades para las carreras en el Ejército.

Cabe destacar que sus hermanos Heromides de Jesús García y Ángel Provedio Herrera, eran atletas destacados. El primero fue campeón de los 100 metros planos en Maracaibo en 1956 y fue preseleccionado para los Juegos Centroamericanos del mismo año. El segundo practicaba la lucha olímpica.

Quien posteriormente sería conocido como “El Tren de Bobures”, debido a la precaria condición del hogar, se vio obligado a trabajar caleteando cargas de maíz, plátano, yuca y otros productos para llevarlos a Maracaibo. En los tiempos libres práctico beisbol, donde jugaba como receptor y cuarto bate. También se puso los guantes para boxear.

Diamante bruto. En unas prácticas de educación física o atletismo obligatorias para los reclutas en el cuartel, le tocó el turno a los nuevos soldados del batallón de Infantería Bolívar Nº 3, ellos estaban bajo las órdenes del capitán Héctor Espinoza, quien le ordenó a Herrera que realizara un salto. Éste se negó porque el último que había saltado era una persona con mayor rango y el de Bobures, estaba eludiendo el castigo que había recibido en otras oportunidades por vencer al de mayor rango. El capitán le prometió protegerlo, y así realizó un mejor salto. Ya despuntaban sus cualidades. Terminado el servicio militar, los superiores le ofrecieron la oportunidad de entrenar a los nuevos reclutas. Además recibiría un sueldo de 120 bolívares, sin necesidad de tener que cargar verduras.

Cuando se realizaron las primeras competencias Inter-Fuerzas Armadas, Herrera arrasó en las pruebas de 200 metros y en el 4x100. En 1959 en la tercera edición de la justa, los jueces de pista y campo eran Ladislao Lazar, Mauricio Rodríguez y Luis Vidarte. Lazar al ver a Herrera en la carrera, no lo pensó dos veces para hacerle una invitación para que fuera al Estadio Nacional. El zuliano pasó de las filas de la milicia a ser integrante de la plantilla de atletas que viajó a La Habana, para participar en un evento. Aquella prueba fue su bautismo en el relevo 4x100, donde los venezolanos Arquímedes Herrera, Clide Bonas, Lloyd Murad y Rafael Romero conquistaron el oro.

Con 26 años de edad, y muy poco tiempo en las pistas el zuliano acumulaba seis medallas de oro en 12 competencias nacionales e internacionales. El entrenador húngaro Lazar, no se equivocó al invitarlo a competir. El estratega europeo fue el descubridor de otros talentos del atletismo como Héctor Thomas y Horacio Estéves.

El potencial y el desempeño de Herrera en la pista lo llevó a vencer en 1962 a una competencia en Villa del Mar, Chile, al primer velocista europeo el crack alemán Alfred Henaud en los 100 metros planos. El de Bobures vivió sus momentos de gloria cuando integró el cuarteto llamado “Los Superdotados”, que ganó el Campeonato Iberoamericano de Madrid, el 12 de octubre de 1962.

En un reportaje publicado por la revista Momento, con motivo de su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, el periodista finalizó el texto así: “Si Arquímedes, con su piel oscura, hubiese nacido en Estados Unidos o en Europa, tendría una buena cama, alimentación y un sueldo que le permitiría dedicarse exclusivamente al atletismo. Sería un atleta universitario. A cambio en Venezuela, quienes asistieron al aeropuerto de Maiquetía para recibir a la delegación triunfante, pudieron ver como Herrera, debía cargar las maletas de sus compañeros de la aduana al autobús. Así es el trato a nuestro representante olímpico”.

Logros

Juegos Olímpicos Tokio 1964, sexto lugar con tiempo de 39,53.

Juegos Panamericanos 1963, Medalla Plata en 100 metros

y 4x100; Medalla de Bronce en 200 metros

Juegos Centroamericanos 1962, Medalla de Plata en 200 metros y

Bronce en 100 metros.

Juegos Bolivarianos 1965, Medalla de Oro en 100 metros

y Medalla de Bronce en 200 metros

Juegos Bolivarianos 1970, Medalla de Plata en 100 metros

Juegos Bolivarianos 1970, Medalla de Plata en 200 metros

II Campeonato Iberoamericano de Madrid en 1962, Medalla de bronce en 200 metros y plata en el relevo 4x100

Fuente: El Nacional